El uso de Audífonos, retrasa el envejecimiento mental y cognitivo.
El uso de audífonos retrasa considerablemente la degeneración cognitiva en las personas con discapacidad auditiva.
Oír mejor es sinónimo de recuperar vida social, amigos, conversaciones y ganas de vivir. El hecho de poder percibir el entorno sonoro sin tener que realizar el sobre esfuerzo de quien no escucha, hace que el paciente disponga de esa energía mental por mucho más tiempo y para el resto de actividades del día a día.
Las consecuencias psicológicas y sociales de padecer una pérdida auditiva pueden mediar en la relación con las personas del entorno del paciente. Malos entendidos con sus consecuencias, aislamiento, depresión…,. Recordemos que el 60% del estímulo sensorial está directamente relacionado con la audición.
La sordera es una de las dolencias más comunes en la ancianidad; su causa más frecuente es la presbiacusia, que afecta al 25% de los ancianos entre 65 y 74 años, y al 50% de los mayores de 75 años. Diversos estudios han demostrado que la pérdida auditiva influye significativamente en la situación de aislamiento de los ancianos, debido a que sólo una minoría de ellos recibe el tratamiento adecuado. Los ancianos que tienen sordera manifiestan más síntomas de depresión, tienen una menor capacidad funcional, aquejan una menor calidad de vida, y tienen mayores probabilidades de ser institucionalizados.
Mejorar la capacidad auditiva ayuda
Por este motivo, mejorar la capacidad auditiva del paciente mediante el uso de audífonos o reduce el impacto negativo a nivel mental de la pérdida de audición y facilita la participación en actividades que estimulan las habilidades sociales y cognitivas .
Los momentos críticos son el paso del cese de la actividad profesional a la jubilación, donde muchos factores de cambio, hábitos y disponibilidad de tiempo libre pueden provocar junto a una pérdida auditiva, un rápido declive en la manifestación.
La importancia de abordar el problema
Normalmente la pérdida de audición no es un elemento que durante la vida activa del afectado (salvo perdidas severas o profundas) interfiera notablemente en su día a día, y esto junto al nulo seguimiento de su situación hace que la percepción de la necesidad de audífonos se posponga hasta niveles donde mediar una solución resulta mucho más difícil.
Incluso “el tratamiento para rehabilitar la capacidad de audición y cognitiva, al ser un proceso tan complejo, en ocasiones no consiste únicamente en el uso de audífonos”.
Hechos sobre el estudio:
Este exhaustivo estudio francés, denominado PAQUID, se realizó entre 3.760 sujetos seleccionados al azar, de 65 años en adelante y con una duración de 25 años.
La investigación fue dirigida por Hélène Amieva, catedrática de la Universidad de Victor Segalen Bordeaux 2, en Francia.
Al ser un estudio tan dilatado en el tiempo y con tantos pacientes, adquiere una base sólida y objetiva.
La investigación se publicó en la revista Journal of the American Geriatrics Society.